Desde que Abbey vió a Heath saltar a los brazos de Robecca a causa del miedo, no ha parado de vagar por el instituto cómo un alma en pena, dando vueltas y sin saber adónde ir ni con quién hablar. De hecho, hoy estaba en la cafeterroría ella sola, no quería estar con nadie, hasta que Heath se acercó tranquilamente a ella y se puso en plan adulador:
"¡Eh, Abbey! Cada día estás más guapa. Oye, ¿te apetece ir luego a tomar un batido de guindilla picante? ¡He oído que los que preparan en Coffin Bean son lo más! ¡Son tan picantes que pueden hacer llorar hasta a mi primo Holt!"
"Yo tener planes, no ir a ningún lado contigo." respondió fríamente Abbey.
"¿Por qué no? Creía que por fin empezaba a gustarte..." se entristeció el chico de fuego.
"Tú gustarle sólo a tu amiga robot. Ve a tomar batidos de guindilla con ella." dijo Abbey antes de levantarse y salir de la cafeterroría algo entristecida y enfadada a la vez.
"¿Qué? ¿A qué te refieres? ¡Abbey, espera!" Heath intentó detenerla, pero ya se había marchado.
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